Por: Lourdes Goicochea
Todos alguna vez sufrimos una intoxicación por algo que nos cayó mal o simplemente por comer algo en mal estado.Se registran 859 casos por año de intoxicaciones, algunos de los cuales terminan en muerte. En Chusmea te contamos qué tipos de intoxicaciones hay y qué hay que hacer para evitarlas.
Todos alguna vez sufrimos una intoxicación por algo que nos cayó mal o simplemente por comer algo en mal estado.Se registran 859 casos por año de intoxicaciones, algunos de los cuales terminan en muerte. En Chusmea te contamos qué tipos de intoxicaciones hay y qué hay que hacer para evitarlas.
Un estudio realizado el año pasado por la Fundación Centro de estudios
Infectológicos (FUNCEI) a cargo del Dr. Daniel Stambulian revela que el 64% de
las intoxicaciones alimentarias en nuestro país se producen por una falta de
higiene en los hogares. Diversos agentes contaminantes se encontraron en las
cocinas y baños de varios hogares examinados, dejando así una preocupación
alarmante. En su mayoría se encontraron bacterias de esterichia coli, causante
del Sindrome Urémico Hemolítico, y de salmonela, principal responsable de la
enterocolitis.
Las principales enfermedades de transmisión por
alimentos (ETA) producidas por bacterias o toxinas producidas por ellas son el síndrome
urémico hemolítico (SUH) y el botulismo. Son de suma importancia ya que en caso
de no detectarlas a tiempo y realizar el correcto tratamiento pueden causar la
muerte.
Si bien según la agencia Gubernamental de
Control los casos por intoxicación disminuyeron en el 2010 registrándose sólo 859
casos el año pasado, algunas de las cuales murieron por ello.
Sin ir más lejos el año pasado una mujer murió
en la provincia de Río Negro por consumir pulpos en conserva y contraer
botulismo. Esta enfermedad produce la parálisis de todos los músculos por lo
que se dificulta la respiración, generando un paro cardiorespiratorio. El
primer síntoma es el ver doble ya que los primeros músculos afectados son los
de la visión. Cuánto mayor se tarde en su diagnóstico mayor será la
probabilidad de tener secuelas irreparables a nivel cerebral.
La doctora en química orgánica Patricia
Cerrutti, responsable del área de microbiología de la carrera de ingeniería en
alimentos de la UBA ,
asegura que la principal causa de botulismo se da por ingerir conservas caseras
(guisos, berenjenas al escabeche,etc), ya que no poseen conservantes y los
recaudos quedan a responsabilidad del que los hace.
Otras maneras de contraerla es a través de
alimentos enlatados, embutidos (alimentos procesados como salchichas y
fiambres) y miel.
“Se dieron casos también por
comer miel, para nosotros los adultos que tenemos un sistema maduro no
hay problema con las esporas de la bacteria que genera esa enfermedad en la miel,
porque tienen poca cantidad, pero para los bebés si. Porque tienen un sistema
inmune inmaduro. Antes se acostumbraba a mojar el chupete en miel y los bebés morían
de muerte súbita por esto. Hay que comprar marcas conocidas y no dejar la miel
abierta y que se humedezca. Son mejores los envases dosificadores. Si son
mieles muy fluidas, al tener mas agua, tiene mas probabilidades de humedecerse
y que crezca algún microorganismo de este estilo”, explica la especialista.
En el caso de las latas abolladas
lo que puede pasar es que por micro fisuras pueden entrar los microorganismos
del aire. Lo mismo ocurre en los envases de leche tetrabrik, que si por ejemplo
se apilan muchas se pueden producir micro poros y pueden entrar microorganismos
al producto.
Si
el alimento enlatado que uno compra es ácido o tiene grandes concentraciones de
sal o azúcar, el riesgo de que una bacteria se desarrolle es menor, sino
depende pura y exclusivamente de los cuidados que se tomaron al momento de su
envase.
“En una época había muchos casos de intoxicación por palmitos porque al
no ser un producto muy ácido por ende es muy poco conservable y se mantiene
principalmente por los procesos de conservación previos al enlatado por ende si
falla eso puede quedar alguna bacteria que genere botulismo”, aclara Cerruti. Y
aclara además que no se deben consumir alimentos que provengan de latas
“hinchadas” ya que hay muchos microorganismos que producen gases. “El que
las latas se hinchen es un buen signo para darnos cuenta de cuando tiene alguna
bacteria y tomar precaución”, agrega.
En
el caso del Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) se registran alrededor de 400
casos por año en el país según informa el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos
aires. Esta enfermedad es producida por la esterichia coli, una bacteria que se
encuentra en carnes mal cocidas (albóndigas, hamburguesas, pollo y
chorizo),verduras poco aseadas y lácteos o sus derivados sin pasteurizar. El 5%
de las personas afectadas muere anualmente. El SUH ataca principalmente a los
niños menores de seis años quienes poseen un sistema inmune más débil que el
resto de las personas y se caracteriza por afectar el funcionamiento del riñón
además del sistema gastrointestinal y nervioso. No obstante se pueden dar casos
en personas adultas.
Los principales síntomas son vómitos, palidez y diarrea
que puede contener sangre cuando el riñon está afectado.
Según Maria Victoria Chiacchio, médica clínica residente
en pediatría del Hospital de Clínicas de la ciudad de Buenos Aires, la bacteria
ataca al riñon y por eso deja de funcionar por lo que se debe realizar una
diálisis o un transplante del mismo depende del grado de daño. “En muchos casos
se produce la muerte y esto ocurre por un diagnóstico tardío. Cuando un niño
tiene diarrea hay que inmediatamente llevarlo a una guardia. Cuando en las
heces se observa sangre, significa que
ya es tarde”, enfatiza. Agrega además que cuando ocurre una intoxicación de
este estilo no hay que confundirlo con un empacho y medicarlo ya que hay
antibióticos que aumentan la liberación de la toxina producida por esa
bacteria.
El contagio se produce por ingerir algún producto que
estuvo en contacto con animales de granja contaminados o con sus heces, por el
contacto con las heces de una persona enferma, por beber agua contaminada y también
por bañarse en lagunas y/o piletas infectadas con la bacteria causante de esta
enfermedad.
“Hay cientos de
casos de chicos muertos por esto y nadie le da la importancia que tiene. Es muy
importante la higiene en todo momento y a la hora de cocinar así como las
formas de cocción”, agrega la doctora Chiacchio.
Actualmente no existe vacuna para el SUH y además hay
varios subtipos patógenos de la Esterichia
Coli y esto aumenta la chance a enfermar puesto que por más de que un niño se haya inmunizado contra
alguno, puede estar expuesto al resto.
Además de estas enfermedades por transmisión de alimentos
otras importantes que hay que tener en cuenta según la especialista Cerruti y que se producen por la contaminación de
alimentos por microorganismos son la
listeriosis (leche mal pasteurizada, verduras, carnes y salchichas crudas) que
puede producir meningitis o un aborto espontáneo en mujeres embarazadas y la
salmonella (carnes crudas, huevos, leche y sus derivados) que puede provocar
artritis e infecciones.
Recomendaciones de la Doctora en química
orgánica Patricia Cerrutti, responsable del área de microbiología de la carrera
de ingeniería en alimentos de la
UBA.
- Lavarse las
manos antes y después de manipular alimentos crudos
- Que los
mismos no permanezcan fuera de la heladera más de una hora
- Cocinar de
forma completa las carnes y alimentos que hayan sido previamente cocinados
y se quieran volver a comer
- Por cualquier
sospecha del producto hervir la lata por veinte minutos a más de 80 grados
- Dejar las
frutas y verduras sumergidas unos minutos en agua mezclada con una gota de
lavandina que actúa como antimicrobiano.
- Pelar en todo
caso las frutas y verduras para evitar la intoxicación con pesticidas o
bacterias
Las salsas, cremas, leche, preparados con
huevos, carnes y pescados son los alimentos preferidos por las bacterias. Un
solo microbio en un ambiente adecuado, puede formar una colonia microbiana de
millones de miembros en pocas horas.
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