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2 dic 2013

¡Guarda con lo que comes!

Por: Lourdes Goicochea

Todos alguna vez sufrimos una intoxicación por algo que nos cayó mal o simplemente por comer algo en mal estado.Se registran 859 casos por año de intoxicaciones, algunos de los cuales terminan en muerte. En Chusmea te contamos qué tipos de intoxicaciones hay y qué hay que hacer para evitarlas.
Un estudio realizado el año pasado por  la Fundación  Centro de estudios Infectológicos (FUNCEI) a cargo del Dr. Daniel Stambulian revela que el 64% de las intoxicaciones alimentarias en nuestro país se producen por una falta de higiene en los hogares. Diversos agentes contaminantes se encontraron en las cocinas y baños de varios hogares examinados, dejando así una preocupación alarmante. En su mayoría se encontraron bacterias de esterichia coli, causante del Sindrome Urémico Hemolítico, y de salmonela, principal responsable de la enterocolitis.
Las principales enfermedades de transmisión por alimentos (ETA) producidas por bacterias o toxinas producidas por ellas son el síndrome urémico hemolítico (SUH) y el botulismo. Son de suma importancia ya que en caso de no detectarlas a tiempo y realizar el correcto tratamiento pueden causar la muerte.
Si bien según la agencia Gubernamental de Control los casos por intoxicación disminuyeron en el 2010 registrándose sólo 859 casos el año pasado, algunas de las cuales murieron por ello.
Sin ir más lejos el año pasado una mujer murió en la provincia de Río Negro por consumir pulpos en conserva y contraer botulismo. Esta enfermedad produce la parálisis de todos los músculos por lo que se dificulta la respiración, generando un paro cardiorespiratorio. El primer síntoma es el ver doble ya que los primeros músculos afectados son los de la visión. Cuánto mayor se tarde en su diagnóstico mayor será la probabilidad de tener secuelas irreparables a nivel cerebral.
La doctora en química orgánica Patricia Cerrutti, responsable del área de microbiología de la carrera de ingeniería en alimentos de la UBA, asegura que la principal causa de botulismo se da por ingerir conservas caseras (guisos, berenjenas al escabeche,etc), ya que no poseen conservantes y los recaudos quedan a responsabilidad del que los hace.
Otras maneras de contraerla es a través de alimentos enlatados, embutidos (alimentos procesados como salchichas y fiambres) y miel.
“Se dieron casos también por comer miel, para nosotros  los adultos que tenemos un sistema maduro no hay problema con las esporas de la bacteria que genera esa enfermedad en la miel, porque  tienen poca cantidad, pero  para los bebés si. Porque tienen un sistema inmune inmaduro. Antes se acostumbraba a mojar el chupete en miel y los bebés morían de muerte súbita por esto. Hay que comprar marcas conocidas y no dejar la miel abierta y que se humedezca. Son mejores los envases dosificadores. Si son mieles muy fluidas, al tener mas agua, tiene mas probabilidades de humedecerse y que crezca algún microorganismo de este estilo”, explica la especialista.
En el caso de las latas abolladas lo que puede pasar es que por micro fisuras pueden entrar los microorganismos del aire. Lo mismo ocurre en los envases de leche tetrabrik, que si por ejemplo se apilan muchas se pueden producir micro poros y pueden entrar microorganismos al producto.
Si el alimento enlatado que uno compra es ácido o tiene grandes concentraciones de sal o azúcar, el riesgo de que una bacteria se desarrolle es menor, sino depende pura y exclusivamente de los cuidados que se tomaron al momento de su envase.
En una época había muchos casos de intoxicación por palmitos porque al no ser un producto muy ácido por ende es muy poco conservable y se mantiene principalmente por los procesos de conservación previos al enlatado por ende si falla eso puede quedar alguna bacteria que genere botulismo”, aclara Cerruti. Y aclara además que no se deben consumir alimentos que provengan de latas “hinchadas” ya que hay muchos microorganismos que  producen gases. “El que las latas se hinchen es un buen signo para darnos cuenta de cuando tiene alguna bacteria y tomar precaución”, agrega.
 En el caso del Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) se registran alrededor de 400 casos por año en el país según informa el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos aires. Esta enfermedad es producida por la esterichia coli, una bacteria que se encuentra en carnes mal cocidas (albóndigas, hamburguesas, pollo y chorizo),verduras poco aseadas y lácteos o sus derivados sin pasteurizar. El 5% de las personas afectadas muere anualmente. El SUH ataca principalmente a los niños menores de seis años quienes poseen un sistema inmune más débil que el resto de las personas y se caracteriza por afectar el funcionamiento del riñón además del sistema gastrointestinal y nervioso. No obstante se pueden dar casos en personas adultas.
Los principales síntomas son vómitos, palidez y diarrea que puede contener sangre cuando el riñon está afectado.
Según Maria Victoria Chiacchio, médica clínica residente en pediatría del Hospital de Clínicas de la ciudad de Buenos Aires, la bacteria ataca al riñon y por eso deja de funcionar por lo que se debe realizar una diálisis o un transplante del mismo depende del grado de daño. “En muchos casos se produce la muerte y esto ocurre por un diagnóstico tardío. Cuando un niño tiene diarrea hay que inmediatamente llevarlo a una guardia. Cuando en las heces  se observa sangre, significa que ya es tarde”, enfatiza. Agrega además que cuando ocurre una intoxicación de este estilo no hay que confundirlo con un empacho y medicarlo ya que hay antibióticos que aumentan la liberación de la toxina producida por esa bacteria.
El contagio se produce por ingerir algún producto que estuvo en contacto con animales de granja contaminados o con sus heces, por el contacto con las heces de una persona enferma, por beber agua contaminada y también por bañarse en lagunas y/o piletas infectadas con la bacteria causante de esta enfermedad.
“Hay cientos  de casos de chicos muertos por esto y nadie le da la importancia que tiene. Es muy importante la higiene en todo momento y a la hora de cocinar así como las formas de cocción”, agrega la doctora Chiacchio.
Actualmente no existe vacuna para el SUH y además hay varios subtipos patógenos de la Esterichia Coli y esto aumenta la chance a enfermar puesto que  por más de que un niño se haya inmunizado contra alguno, puede estar expuesto al resto.
Además de estas enfermedades por transmisión de alimentos otras importantes que hay que tener en cuenta según la especialista Cerruti  y que se producen por la contaminación de alimentos por microorganismos son  la listeriosis (leche mal pasteurizada, verduras, carnes y salchichas crudas) que puede producir meningitis o un aborto espontáneo en mujeres embarazadas y la salmonella (carnes crudas, huevos, leche y sus derivados) que puede provocar artritis e infecciones. 




Recomendaciones de la Doctora en química orgánica Patricia Cerrutti, responsable del área de microbiología de la carrera de ingeniería en alimentos de la UBA.
  • Lavarse las manos antes y después de manipular alimentos crudos
  • Que los mismos no permanezcan fuera de la heladera más de una hora
  • Cocinar de forma completa las carnes y alimentos que hayan sido previamente cocinados y se quieran volver a comer
  • Por cualquier sospecha del producto hervir la lata por veinte minutos a más de 80 grados
  • Dejar las frutas y verduras sumergidas unos minutos en agua mezclada con una gota de lavandina que actúa como antimicrobiano.
  • Pelar en todo caso las frutas y verduras para evitar la intoxicación con pesticidas o bacterias
Las salsas, cremas, leche, preparados con huevos, carnes y pescados son los alimentos preferidos por las bacterias. Un solo microbio en un ambiente adecuado, puede formar una colonia microbiana de millones de miembros en pocas horas.

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