Mañana se cumplen 17 años del fallecimiento de Fabián Poloseki, el pionero en el periodismo testimonial que decidió mostrar la realidad de las calles. Luego de él, muchos copiaron su estilo. En Chusmea te contamos un poco de qué se trata este periodismo testimonial que Poloseki nos dejó como legado.
El periodismo testimonial: reflejo de la miseria urbana
Desde Fabián Polosecki hasta Gastón Pauls y sin olvidar a Juan Castro, pocos han sido los que en el afán por mostrar la miseria de las calles, recorrieron con una cámara las noches porteñas de Buenos Aires. Aquellas personas dispuestas a contar su historia, como travestis, prostitutas, mendigos y demás personajes de la penumbra, eran en aquel tiempo marginadas por la sociedad de alguna u otra manera. Gracias a la voz que se les dio en programas como “La otra Mirada”, “Ser Urbano”, “Kaos en la Ciudad” y “La liga”, poco a poco salieron de la oscuridad y marginalidad para lograr ser simplemente uno más.
Fabián Polosecki, más conocido como “Polo”, logró en la televisión argentina un antes y un después. Su interés por la miseria humana y las ganas de narrarlo todo en cada programa que emitía al mejor estilo documental, introdujeron en el periodismo un pseudo género novedoso: el testimonial. Este constitía básicamente en tomar la palabra viva y dicha por el entrevistado o “sobreviviente”, en darle una voz, un espacio. Recreando de esta manera a modo de cuento periodístico el testimonio de los mismos, revolucionando así la manera de narrar en la tele.
La idea era salir a recorrer las calles para escuchar otras voces. Los personajes solían ser travestis, prostitutas, desclasados, ladrones, campesinos, villeros. “El otro lado” y “El visitante” fueron los programas de Polo pioneros en esto que después se convertiría en vanguardia. “Ser Urbano”-Gastón Pauls- y “Kaos en la Ciudad”- Juan Castro- fueron dos programas que a continuación tomaron la obra de polo y sumaron más voces con historias fuertes. A los mencionados ya personajes se le añadieron drogadictos, asesinos, tarotistas, entre otros.
Se sumó a esto que los programas de Pauls y castro fueron luego de la famosa crisis del 2001, que golpeó a más de un argentino. El morbo y la miseria se conviertieron entonces en el centro de la escena y más de uno se identificaría con los narradores o víctimas.
De esta manera tanto como la pobreza, la prostitución, el trasvestismo y la miseria humana más profunda fueron saliendo a la luz y dejando de ser tan desconocidas y marginales para convertirse en algo más corriente. Algo que emergió desde lo desconocido para volverse en algunos casos, costumbre.
Hoy en día muchos utilizan esta manera de hacer periodismo ya que es lo que más consume la gente gracias a que muestra realidades de interés masivo y popular.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario