Si algo ha podido demostrar la Internet 2.0, es que los imposibles son cada vez más posibles. Como, por ejemplo, hacer que un gamer se vuelque por completo a la arquitectura durante horas y horas, que fácilmente se pueden convertir en semanas.
Los nerds que pasamos pasan tanto tiempo frente a la computadora son cada vez más. Algunos son personas políticamente correctas, pero la mayoría -hay que decirlo- son unos verdaderos freaks. Y sin embargo, aunque aumente la oferta de software de entretenimiento de distinta índole, los amantes de los videojuegos encontraron hace ya más de una década la forma de introducirse de lleno en el estudio y práctica de la construcción de edificios, el diseño de espacios y la decoración de interiores y exteriores.
La primera propuesta que ganó fama mundial, con millones de adeptos, es el célebre juego The Sims.
Básicamente, se trata de una juego que permite manipular personajes de características humanas que son capaces de interactuar con npcs -personajes no jugadores- y elementos que figurativamente son "suyos" -electrodomésticos, muebles, automóviles, teléfonos y miles más-, simulando una vida muy parecida a la real, que incluye envejecimientos, enamoramientos, amistades, trabajos, nacimientos y muertes.
Pero en realidad, el juego gira alrededor de una característica que casi secretamente es la más importante del juego: la arquitectura. Ningún personaje puede sobrevivir sin su casa, ni su correcto amoblamiento.
Con el correr de los años, la tecnología de Los Sims mejoró significativamente, avanzando sobre todo en la capacidad de moverse en 3D y la gama de características físicas y de personalidad de cada personaje.
Pero en realidad, el juego gira alrededor de una característica que casi secretamente es la más importante del juego: la arquitectura. Ningún personaje puede sobrevivir sin su casa, ni su correcto amoblamiento.
Con el correr de los años, la tecnología de Los Sims mejoró significativamente, avanzando sobre todo en la capacidad de moverse en 3D y la gama de características físicas y de personalidad de cada personaje.
Por supuesto, la idea fue copiada varias veces y en pocos casos bien lograda. Pero en algun punto de la historia, la tendencia del desarrollo de este tipo de juegos comenzó a involucionar cambiar radicalmente.
Apareció en escena el Minecraft, un juego bastante difícil de tragar y con gráficos pobrísimos poco atractivos. Justamente, su dificultad y su estética tan particular lo convirtieron en un juego de culto, con un éxito inusitado.
Actualmente tiene miles de usuarios en todo el mundo que se dedican a construir sus propios mundos pixelados, a base de cubos de distintos materiales. Es casi inexplicable cómo logro convertirse en un juego popular, pero si se recorre la extensa lista de videos que sus jugadores grabaron y subieron a YouTube, quizás se pueda entender un poco más. Algunas edificaciones son muy interesantes, con características técnicas verdaderamente asombrosas.
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